sábado, 21 de agosto de 2010

Jueves, 12 de agosto de 2010.



Urgencias: Las dos caras del hongo.

Los hongos no dejan de sorprenderme, son la forma de vida más antigua que jamás haya existido y tan peculiares que han tenido que crearles un reino aparte. “La piel de los dioses” según los mayas que los utilizaban en ceremonias y ritos, y ni hablar de los egipcios, los babilonios, los griegos y los romanos que los consideraban un manjar.
Se han colado en nuestras vidas casi sin darnos cuenta. Colorados y de lunares blancos han servido de hogar de muchos pitufos. Sería impensable no recordar los poderes que le daban esos honguitos rojos y verdes al fontanero italiano más famoso de la historia, Mario Bros.
Y se preguntarán a qué viene todo este discurso acerca de los hongos, la respuesta es muy sencilla. Desde el último ciclo de quimioterapia un hongo cabrón de entre los miles y millones que hay en el planeta Tierra decidió provocar la transformación de mi lengua en algo parecido a una pizza cuatro quesos y dejarme un dolor comparable al de cien alfileres clavándose al mismo tiempo en lo que antes solía parecer una fresa roja de verano.
El saldo, toda una noche sin poder dormir, una cama inundada de babas por el dolor que me ocasionaba el tragar, una lengua hinchada y la sensación de tener un alambre de púas enroscado.
Para no romper la tradición, el Flaco y yo decidimos visitar Urgencias con la esperanza de que me atendiesen lo más pronto posible. Con el Flaco como traductor, dado que no podía ni hablar ni tragar del dolor, enseguida nos clasificaron. Esta vez en el nivel de consulta, afortunadamente, no fue en el II, allí digamos que las cosas se ponen más serias.
A pesar de todo, las cosas fueron saliendo bien. En poco tiempo una doctora muy agradable a la que ya había visto en otra ocasión, me pasó a consulta para mirarme la lengua y por su cara no esperaba nada bueno. En cuanto pudo abrirme la boca me remitió de inmediato con el otorrino para hacerme una endoscopia ¡Endoscopia! Otro especialista más que sumamos a la lista de los tantos que ya he visitado este último año, entre ginecólogos, dermatólogos, hematólogos y oncólogos.
Tras un largo paseo por el hospital llegamos el Flaco y yo a la consulta. Nos espera un Otorrino más entrado en años y una chica joven que parece ser la residente. Me hacen sentarme para explorarme, pero es ella la que se acerca para abrirme la boca. Bastan unos pocos segundos para que el otorrino de su veredicto, candidiasis oral. El Flaco me observa, sabe que viene la mejor parte, la bendita endoscopia. Pero no me mira a mí, sino a la pantalla que tengo detrás con la que comprobaran si ha llegado hasta la faringe.
Me concentro mientras la residente me va explicando paso a paso lo que me va hacer. “Voy a introducir este tubo por tu nariz, es muy importante que respires tranquila” Y entonces, me pregunto ¿se puede respirar tranquila con un tubo desvirgando salvajemente tu nariz y una lengua realmente dolorida? Para cuando terminé de hacer la reflexión, el tubito en cuestión ya estaba haciéndome cosquillas en la garganta. El Flaco salió de la consulta alucinado. “Te he visto por dentro, vi como se movían unas válvulas en tu garganta que se abrían y se cerraban cada que respirabas, parecían una vagina”, definitivamente me perdí la parte divertida de la prueba.
Pero la aventura no termina aquí. Bajamos de nuevo hacia la consulta, esta vez me llevan en una silla de ruedas porque hay un largo paseo hasta Urgencias. Esperamos una hora más hasta ser de nuevo atendidos. Una enfermera me lleva a la consulta para hacerme una analítica y entonces llega lo mejor, un frasquito de lidocaína que inmediatamente ingiero con la ayuda de una jeringuilla, la segunda vez tengo que tragarla. Error, el líquido viscoso es tan amargo que incluso dudo de su toxicidad. Bendito cambio, la boca la tengo totalmente adormecida y ya puedo hablar. Las enfermeras y el Flaco me miran aliviadas. Una de ellas me reconoce. Es curioso cuando de tantas visitas a Urgencias comienzas a crear buen rollo entre los doctores y el personal de enfermería, te hacen sentir en confianza, el Flaco ya se desenvuelve como pez en el agua, tanto es así que hasta las enfermeras lo reconocen y siempre le dan el mejor trato.
Los resultados llegan pronto. Los oncólogos y la doctora deciden que puedo continuar tomando los corticoides a pesar de la candidiasis, pero ahora me mandan a casa con una nueva medicación. Al llegar a la farmacia nos dicen que el precio es de 1.200 euros, menos mal tengo a mi lado un angelito que lo soluciona siempre todo y esta vez no iba a ser menos. El Flaco tuvo que volver a Urgencias, habló con la doctora y al día siguiente ya tenía la medicación en casa para tomarla. Ahorrarse mil euros marca una gran diferencia “¡Que no panda el cúnico!”
Vamos, que entre pitos y flautas, las pajitas (popotes) se han convertido en mis fieles aliados. La candidiasis sin quererlo me ha devuelto a mi más tierna infancia, aquella en la que los purés y los yogures eran la dieta básica, eso sí, con muy buen sabor gracias a mi mamita que pasa horas ingeniándose una distinta y más nutritiva cada día. Su cabecita no para de dar vueltas pensando en qué añadirle para que al menos disfrute comiéndolas.
Como habréis podido comprobar Urgencias se ha convertido en un potente imán que cada cierto tiempo me atrae con infecciones urinarias, dolor de piernas por reacciones alérgicas o con huevos rebeldes y hongos indomables.
Creedme cuando os digo que comer potitos más de una semana es toda una tortura, sobre todo, porque ha llegado mi padre y estaba deseando saborear su comida, los chilaquiles, el cevichito, el tikinchik y sus increíbles salsas. Pero me parece que va a tener que esperar un poco más porque aún tengo la lengua muy jodida.
Así que vosotros que podéis no os cortéis con dietas y demás historias, que comer es un placer y no hay que privarse de nada.

"Bon apetit"

3 comentarios:

  1. Ayer por la noche en uno de esos momentos de ocio, Facebook se convirtió en mi aliado y para mi grata sorpresa me voy encontrando con el albúm titulado " Los Güiros Rodriguez en Madrid" no pude más que sonreir y gritar: Daniel ven a ver! Le doy click y la primer foto: El rostro de Fer mi hermanita del alma mas linda que nunca y me suelto a llorar como magdalena pensando en que la extraño más que nunca! Sigo adelante con los clicks y me encuentro con una foto de todos y bueno! para mi sensibilidad, ya te imaginarás como me puse de ver a mi segunda familia unida en un momento como éste donde tú, una guerrera hermosa, sigue luchando la batalla más importante de su vida, la vida misma! Sólo puedo decirte que has provocado en mí un sentido de admiración tan grande que no me cabe dentro del corazón y quiero decirte nuevamente lo mucho que te quiero!!!! Tu puedes Angelita!!!! Agus

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  2. Mi Agus, me has hecho llorar a moco tendido. Dios está conmigo siempre dándome mucha fuerza para superar esta prueba. Sé que voy a vencer esta enfermedad, tengo a mi lado al amor de mi vida y encima ahora está toda la familia aquí, imagínate cómo me siento, eufórica. La Yus te adora, te ama, ya sabes que eres una Rodríguez.
    Te quiero mucho Agus, nos vemos en un año seguro, que El Flaco y yo queremos vivir en Tulum, una gran prueba se merece el paraíso.
    Besotes mi Agosh

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  3. Hola Angel cuanto siento que estés pasando por esto, conozco esos hongos, son muy molestos,y se que te deben estar fastidiando bastante, pero con el tratamiento me imagino que te sentirás mejor.
    Me alegro que este. Tu Papa aquí contigo, ya la familia al completo, que feliz te debes sentir, ahora tienes que ser mas fuerte que nunca, para terminar de luchar y vencer definitivamente, y te puedas ir a viajar con tu flaco.
    Besitos y mucha fuerza

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