martes, 8 de junio de 2010

Martes, 8 de junio de 2010.


¡Muchísimas felicidades Flaco! A pesar de haber estado ausente durante estos últimos días ha sido porque mi madre ha llegado a Madrid y casi no he tenido tiempo para contaros todos los por menores de mi evolución. Además, hoy tenía que hacer una excepción. El Flaco cumple 28 primaveras y como no podía ser menos había que hacerle una mención especial por este medio. Se merece eso y más después lo que ha hecho por mí todo este tiempo.

Esta semana ha transcurrido con tanta tranquilidad que podría asegurar que me encuentro con más fuerzas que nunca para enfrentarme al cuarto ciclo de quimioterapia. Cómo se notan en seguida los cuidados de las madres, su amor y el empeño que ponen en darte siempre lo mejor.

Como la alimentación es fundamental para la recuperación en estos tipos de casos, mi madre me ha hecho seguir una dieta libre de harinas, azúcares refinadas y lácteos, ahora únicamente estoy tomando productos naturales para fortalecer el organismo y poder limpiar el cuerpo de la toxicidad que supone el tratamiento.

A simple vista, gracias a los corticoides y a pesar de sus múltiples inconvenientes (los cambios de humor, el insomnio, la ansiedad, etc.) el huevo del cuello ha vuelto a desinflamarse y la tos ha desaparecido por completo. Además mi estado anímico ha mejorado muchísimo estos últimos días. No me canso tan rápidamente y puedo realizar muchas más actividades durante el día. Supongo que también influye el hecho de que ahora está mi madre acompañándome mientras el Flaco está en el trabajo, así que tengo que realizar aún muchos menos esfuerzos que antes.

El sábado celebraremos el cumpleaños del Flaco con una barbacoa y estrenaremos oficialmente la piscina del Brodel. Será también un debut y una despedida porque el 13 de junio me vuelven a ingresar aproximadamente unos 5 días para darme el tratamiento. En esta ocasión seguirán poniéndome el mismo tratamiento que la última vez ya que hasta que no me hagan las respectivas pruebas no sabrán, a ciencia cierta, si está dando resultados.

Durante las mañanas sigo tomando mis respectivo cóctel Septrin Forte, Alopurinol, Omeprazol, Paracetamol, Fluconazol, con la novedad de que ahora en lugar de ser 2mg de Fortecortín (corticoides) tomo una dosis en ampollas de 40mg. Una dosis muy alta para reducir el tiempo de ingesta. Es decir, he tenido que tomarla únicamente durante 4 días. He notado un gran cambio desde que he vuelto con los corticoides. No cabe duda de que a pesar de sus efectos secundarios, ayudan bastante a desinflamar los gángleos y demás amiguitos que se resisten a desaparecer de mi sistema linfático.

Aún así, últimamente he estado teniendo mucha urticaria, no sé a qué se pueda deber, pero me he dejado los pies llenos de costras de tanto rascarme. Sobre todo las zonas que más me pican son las manos, los pies y en ocasiones las articulaciones. Quizá pueda deberse a alguna reacción de un fármaco, desde luego es muy molesto. Lo único que he podido comprobar es que muy mal no debo andar de plaquetas porque estoy cicatrizando mejor que nunca. Esperemos que la analítica del próximo lunes termine por confirmarlo y pueda enfrentarme a otro ciclo con 100.000 plaquetas y no al límite como la última vez con 76.000.

No es que sea un nuevo descubrimiento, pero el cáncer es el pan de cada día. Lo vemos todos los días en los medios de comunicación, lo escuchamos de boca de nuestros propios familiares y simplemente lo sufrimos en nuestras propias carnes. El otro día, en unas de las semanas que me habían dado de recuperación entre un tratamiento y otro, decidí pegarme un maratón de películas. Los dramas estaban descartados desde un principio de la lista por obvias razones, aunque a veces si he visto una que otra sólo por masoquismo puro y duro. Lo curioso de todo esto es que de las tres películas que elegí todas mencionaban el cáncer de una forma indirecta “La playa”, “Trainspotting” y “Planet Terror”. Me pareció una anécdota curiosa y simplemente quería compartirla con vosotros, ya que lo normal no es que se haga mención de la enfermedad en este tipo de géneros cinematográficos. Eso me lleva a pensar que el cáncer está en boca de todos y que a día de hoy es un problema latente en la sociedad, que deberíamos dejarnos de tanto buscar agua en Marte e invertir más fondos en investigación para encontrar una cura de una vez por todas. Porque hoy he sido yo, mañana puede ser un amigo o un familiar.

Miedo, es una palabra que no consigues hacer desparecer de tu vocabulario diario y esto en ningún caso significa que hayas tirado la toalla. Antes de que mi madre decidiera cruzar el charco en un llamado de auxilio desesperado por mi parte, ya nos habíamos planteado mi familia, el Flaco y yo ir 15 días de visita a Cancún. Cualquiera podría suponer que se trata de una decisión sencilla, pero no es así. Reconozco que soy una persona muy aprensiva y en una situación como la mía las cosas se complican aún más. Claro que ardo de deseo de estar en mi casa, de volver a mi entorno natural, de estar junto a toda mi familia llenándome de fuerza y seguridad, pero también pienso en las 10 horas de vuelo, las largas esperas en el aeropuerto, la distancia física con respecto a mis oncólogos y sobre todo en ese molesto cordón umbilical que me sigue atando al hospital desde el primer día. Esa relación amor odio de la que no consigo desprenderme. Desgraciadamente, es un obstáculo que me impide dar el paso siguiente. No es nada fácil y hay que vivirlo para poder comprenderlo. A veces me gustaría ser más valiente en ese sentido, seguramente durante el viaje no me hubiera pasado nada. Pero siempre está esa sombra en mi cabeza cabeza del “y sí me pasa algo”, “y si tuviera que volver de urgencia en un vuelo de 10 largas horas”. No es que me ponga en lo peor de los casos, simplemente es difícil desprenderse de esos miedos que hacen estragos con tu estabilidad física y emocional. Qué más quisiera yo que estar con mi familia entera, pero esta enfermedad es así de traicionera y muchas veces nos juega malas pasadas. El Miedo a dejar de existir, miedo a no poder tener hijos, miedo a lo que pueda pasar mañana, miedo a los resultados de las pruebas, miedo al posible rechazo de médula, miedo a tirar la toalla. El miedo es sin duda el enemigo a combatir y por mucho que no quieras pensar en él, está ahí. En esa infinita lucha es donde se decide todo ¿quieres seguir viviendo con miedo? ¿o, por el contrario quieres seguir adelante y vivir un nuevo día?

Yo elijo la vida.

2 comentarios:

  1. Que lindo que Amada ya este contigo para apoyarte en este proceso, sigue asi, mi guerrera! =) Hoy le preguntaba a Fer porque al final habías decidido ya no venir a Cancun y me comentó justo todo lo que acabo de leer en tus palabras, me hubiera encantando que estuvieras aqui para apoyarte pero al final se trata de lo que a ti te haga sentir mejor, nuestras buenas vibras te llegaran de cualquier manera. Recuerda lo mucho que te queremos te mando besos

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  2. Sistel, que bueno que te sientas mejor y que mami esta ahi contigo para cuidarte. Nosotros pronto nos damos un salto para estar ahí contigo y darte muchos apapachos. Que mami este ahí fue la mejor decisión y me alegra que la hayan tomado juntas...Las amo!!!

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