viernes, 18 de junio de 2010

Miércoles, 16 de junio de 2010.


Los días están siendo bastante tranquilos en líneas generales. Desperté con molestias en el estómago y la noche anterior no pude dormir muy bien porque me entró un poco de taquicardia que a la mañana siguiente se pasó.

Según van acumulándose los días de tratamiento el cuerpo va resintiéndose cada vez más y comienzan a aparecer algunos efectos leves que intentan controlar con la medicación para las náuseas y los dolores.

Durante la ronda la oncóloga aportó poca información en relación a otros días, salvo que el tratamiento lleva un día de retraso y por tanto tendré que esperar hasta el viernes al mediodía para poder marcharme a casa. Muy a mi pesar me perderé el partido México-Francia porque no lo televisan en España.

Por la tarde, llegó el Flaco y estuvimos los tres viendo el partido de la selección española contra Suiza que trajo muchas sorpresas, pero de eso prefiero no hablar para no herir sensibilidades.

De los cocineros del hospital habría que hacer un apartado especial de unos 40 folios de extensión. Sé que preparan la comida con toda su buena intención pero estoy segura que con un mínimo de esfuerzo se puede lograr un puré de calabacín que no sepa a patatas, un consomé que no sólo sea agua de color amarillo o unas acelgas que no se te hagan una bola en la garganta. Si a eso le sumamos que mi dieta se reduce a lo ovovegatariano ya no os quiero ni contar lo que he tenido que engullirme cuando me entra el hambre y el Flaco no llega a tiempo para rescatarnos con algo de comida decente de fuera.

A pesar de todo, no tengo más quejas a este hospital en el cual siempre me han tratado con mucho respeto y profesionalidad, salvo por uno que otro error administrativo y algún retraso importante en las tomas de decisiones en relación a mi salud.

Por la noche una ducha caliente y más tarde un masajito de pies de mi madre, esos que tanto me gustan y que me dejan frita con ayuda de un lorazepam.

Ha sido una noche buena, he conseguido dormir hasta las 8.30, un gran logro si tenemos en cuenta que los últimos días me estaba despertando sobre las 6.30 de la mañana.

Afortunadamente, antes de irnos a acostar mi padre llamó desde Cancún, primero, para preguntar cómo me encontraba y luego para contarnos una gran noticia, han ascendido a mi hermana de puesto y ahora recibirá un sueldo más alto y un apartamento para ella sola. ¡Enhorabuena Yus! Te mereces eso y más.

Qué alegría da terminar el día con buenas noticias.

1 comentario:

  1. Gracias sistel por lafelicitación. Aunque te dire que si estoy muy feliz por mi ascenso al mismo tiempo estoy muy nerviosa por el nuevo reto, ya que todo el mundo tiene puesto el ojo en mi, unos por envidiosos esperando a que me equivoque y otros esperando a que yo lo haga bien ya que ellos me apoyaron para que me dieran este puesto...ya te ire contando como me va yendo aaahhhhh...

    ResponderEliminar