sábado, 5 de junio de 2010

Viernes, 4 de junio de 2010.


A pesar del calor infernal que ha empezado a hacer en Madrid, está siendo un día estupendo. Las buenas noticias no se han hecho esperar y mientras charlábamos durante la sobremesa en casa de Dori, la madre del Flaco, he recibido una llamada.

Reconocí en seguida una voz muy familiar. Era mi madre avisándome que aterrizaba mañana a las 16.00hrs en el aeropuerto de Barajas cargada de todos los antojos y encargos que le he hecho llegar a través de mi padre. Frijoles tortillas, mole, salsas de todos colores y sabores, cacahuates japoneses y así una larga lista de productos que a pesar de la globalización, no se encuentran en Madrid.

No hay mejor inyección de alegría que una madre o un padre. Ahora no dejo de pensar en sus mimos, sus comidas, su voz, su presencia, en definitiva, en todo lo que significa esa persona para mí. Más tarde llegarán a Madrid mi padre y mi hermana desde Cancún y Abu Dabi, respectivamente. Al fin estaremos juntos los cuatro. Ese día será tan grande que seguro ganaré cien años más de vida.

Estos últimos dos días me he encontrado tan bien, que por momentos he creído estar en otro cuerpo. Los dolores están controlados casi en su totalidad, salvo por algún que otro dolor de tripa o de cabeza que he conseguido aliviar con unos almax y unos paracetamoles.

Recuerdo al Flaco jurarme que en unos días me encontraría mejor, mientras me retorcía de dolor en la cama. Le escuchaba incrédula y pensaba en cuándo llegaría ese momento tan deseado. Todo en mi cuerpo era dolor, no tenía hambre y lo que comía terminaba devolviéndolo. Los días después de la quimio son los más duros, es cuando todos los efectos secundarios se manifiestan y te machacan hasta tal punto que piensas que en cualquier momento tu cuerpo va a decir basta, hasta aquí he llegado. Es entonces cuando coges las pocas fuerzas que te quedan para levantarte y más tarde volverte a caer, y otra vez levantarte, y volverte a caer, así en un ciclo infinito.

Y ese momento llegó. Hoy me encuentro llena de vida y con muchas ganas de seguir luchando ahora que mi mami y el Flaco están a mi lado para darme ese empujoncito tan necesario. Ahora no habrá quién me pare.

El Flaco y el Brodel están ultimando los preparativos para la llegada de mi madre, son tan buenos anfitriones que no tengo palabras para agradecerles todo el esfuerzo que están haciendo por nosotras.

Mañana saldremos de Valdemorillo al mediodía para comprar el regalo del Flaco y después recogeremos a mi mami en el aeropuerto a las 16.00 ¡qué ganas tengo de verla!

Para cerrar con broche de oro este día me he enterado a través de una llamada telefónica sorpresa de mi mejor amiga Katya, que va a ser madre. Los pelos se me pusieron de punta cuando la escuché. Me alegro tanto por ella, pues en febrero la operaron de urgencia de un quiste en el ovario el cual tuvieron que extirparle. A raíz de esta situación su médico le había aconsejado que se apresurase a tener hijos porque corría el riesgo de sufrir el mismo problema. Es un caso parecido al de mi otra amiga Sara, de la que ya he hablado anteriormente. Sólo puedo decir que los niños llegan justo en el momento que tienen que hacerlo y esta vez no ha sido la excepción.

¡Enhorabuena Katz! Y ¡Buen viaje mami!

3 comentarios:

  1. Me alegra que te sucedan cosas buenas y que te animen tanto. En realidad la vida es como una montaña rusa sube y baja, y parece eso que se dice siempre de que sin malos momentos los buenos momentos tampoco existirían, que por eso podemos disfrutarlos. Yo nunca termino de hacerme a la idea de eso, siempre me quejo por todo. Y me alegra ver que tú sí disfrutas de las cosas mientras suceden. Como ya te dije, creo que es una actitud envidiable y que eres una afortunada por tenerla, pese a todos los problemas serios con los que estás lidiando. Mucho ánimo y sigue así. Espero verte pronto :-)

    Pable

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  2. Leerte es increible, haces que nos replanteemos muchas cosas a los demás. Soy fan absoluto de tu blog! Mucho ánimo niña!!!!

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  3. Peibols, estamos un poco lejos ahora que nos hemos venido a vivir al campo. El 13 de junio me vuelven a ingresar, pero ya sabes que te debemos una cenita después de todo. Tenemos muchas ganas de verte y saber qué tl esos nuevos proyectos de la escuela.
    Besitos y gracias por las palabras de ánimo, siempre son bienvenidas.
    Miguelón, me encanta que te encante, no sabes cuánto, para mí eso es lo más importante de todo, compartir mi experiencia y que la gente se de cuenta de lo afortunada que es.
    Se le quiere mucho.

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