jueves, 24 de junio de 2010

Jueves, 24 de junio de 2010.


Misión “Vincristina” cumplida, aunque la odisea comenzó ayer a las 2 de madrugada, después de que un dolor debajo de la costilla derecha nos despertara al Flaco y a mí. Según el oncólogo que hoy me ha estado explorando, en principio, puede ser un aire, pero hay que esperar a que evolucione. Es un dolor terrible y tan desagradable como un estornudo durante el coito. No puedo siquiera dormir tumbada sobre ese costado ni respirar profundamente o reírme porque veo las estrellas. Toda la vida había creído que la risa era el mejor remedio para los males y sigo pensando que es así, pero ayer estuve casi media hora carcajeándome de las famosas “vuvuzuelas”, como llaman los sudafricanos a las trompetas, y justo en la madrugada me empezó el dolor. No puedo reírme porque en seguida siento el dolor en la costilla. Menuda noche de San Juan he pasado. Encima tocaba levantarse a las 7 de la mañana para estar a tiempo en el hospital. Y cuando llegamos ¡sorpresa! a hacer cola como en las tortillerías porque aún no había abierto el Hospital de día.

Cinco horas hicimos para 10 minutos de tratamiento que se pasaron entre la fila para hacer la analítica, la espera para entrar a consulta a validarme el tratamiento, en que suba el medicamento de farmacia y, finalmente, que me lo pusieran. De ellas, estuve sólo 5 minutos con el oncólogo que se resumieron en: “Tienes las defensas bajas, el fármaco no afecta a éstas así que te daremos el tratamiento como estaba planeado”. Después me palpó la tripa y el cuello, me preguntó si estaba un poco estreñida y que, en principio, no veía nada sospechoso. Esperemos que sea así porque la última vez que me dijeron algo parecido terminé en Urgencias con un tumor nuevo en el cuello que supuestamente era un hematoma. Está claro que los oncólogos son humanos y como tales se equivocan, así que no queda más remedio que confiar y esperar a que se cumpla.

El cáncer es una enfermedad silenciosa y muchas veces pasa desapercibida ante nuestros ojos. Al menos eso es lo que pude comprobar hoy mientras hacía la fila para la analítica. Resultaba muy complicado distinguir entre quiénes eran los enfermos y quiénes los acompañantes, salvo por las que llevamos el pañuelo. Más de una vez me equivoqué haciendo las distinciones por el aspecto tan saludable que tenían algunos de los enfermos, pero sobre todo, por su edad. No sé por qué me sigue sorprendiendo que cada haya más gente joven enferma y como dirían “Los Rodríguez” brindaría hasta la cirrosis por la vacuna del cáncer.

Hace mucho que no recordaba mis sueños, casualmente, hoy lo hice. Soñé que tenía el pelo muy largo y pasaba horas y horas mirándome en el espejo. Llevaba la raya en medio y la melena casi hasta la cintura. Me desperté muy cabreada, pero no por el sueño, al fin y al cabo no deja de ser eso, un sueño, sino porque tenía que estar en ayunas y me acordé justo después de haberme puesto todo el desayuno en la mesa. No me quedó más remedio que guardarlo todo y aguantarme.

El lunes por la mañana mientras me miraba en el espejo después de haber pasado una mala noche, una pregunta asaltó repentinamente mi cabeza ¿si alguien me concediera tres deseos cuáles serían estos? Los tengo tan claros que no me ha haría falta tomar más de tres segundos en decidirlos: salud, el resto me sobran. Brindamos por ella en los cumpleaños y la deseamos siempre que está ausente, sin embargo, no la valoramos cuando está presente. No es un don que un ser divino nos ha dado, no se puede comprar ni medir ni prestar ni robar ni regalar, no sabe de razas, sexo, edad, simple y llanamente se tiene o no se tiene. Seguramente, más de uno se acordó de ella en más de una uva en Nochevieja, al menos en mi caso.

Mañana toca hacerse el PET ¡Mucha mierda! Como suelen decir en España para desear buena suerte.

2 comentarios:

  1. Hay veces que leyendo con todo detalle, recreo en mi cabeza tus vivencias y consigues compartir tu día con todos los que te leen.
    Te animo a que sigas escribiendo porque sea lo que sea, siempre se hace más fácil cuando expresamos nuestros sentimientos, sueños o pensamientos.
    Muy muy bonitas las fotos que he visto en flickr!

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  2. Hey! Mil gracias por echarle un vistazo al blog, es mi válvula de escape en estos momentos. Me ayuda muchísimo para desahogarme, no sabes hasta qué grado.
    Iré subiendo más fotos al flickr, espero que te gusten.
    Un beso.

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