viernes, 30 de julio de 2010

Martes, 27 de julio de 2010.


Recuperación casi total de un fin de semana no exento de dos nuevas visitas a Urgencias. Esta vez como no iba a ser menos por una fuerte reacción a la inyección para subir las defensas que me dejó en vilo todo una noche con un intensos dolores en las piernas. Intentamos sofocarlo con un baño de agua caliente, pero fue inútil, por la mañana del viernes decidimos no hacer esperar más y acudimos de inmediato al hospital. No podía andar, así que el Flaco tuve que sujetarme entre sus brazos para poder colocarme en el coche. El trayecto se tornó eterno, no paraba de delirar y entre sollozos imploraba a Dios no sufrir más.

Al llegar al hospital en seguida me colocaron en una silla de ruedas y debido al estado en el que me encontraba no hizo falta esperar mucho tiempo para que me atendieran rápidamente. Expliqué los síntomas y me colocaron un mórfico para controlar el dolor.

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