sábado, 15 de mayo de 2010

Lunes, 10 de mayo de 2010.


00.00

¡Feliz 27 cumpleaños a mí!

6.18

No falla. Ya ha pasado la enfermera que ha venido tomarme tres muestras de sangre. Todo esto del tan preciado líquido rojo me recuerda al “boom” que hay ahora con las películas de vampiros. La mayoría quiere subirse al carro y sacar tajada de donde sea para aprovechar el tirón que están teniendo entre los adolescentes pubertos. Desde luego, mi sangre en estos momentos mataría a cualquier mortal, licántropo, hombre lobo o vampiro que osara siquiera beberla, con tanta droga se retorcerían en el suelo de la intoxicación.

He conseguido dormir 5 horas, un gran logro si tenemos en cuenta que las últimas semanas sólo duraba 2 o 3 horas con los ojos cerrados. Pero estoy feliz, hoy es mi cumpleaños y me encuentro aún mejor que ayer. El Flaco se hace el remolón en el sofá cama de la habitación. Está roto, tiene un sueño muy ligero y le cuesta mucho pegar ojo. Hoy abre la tienda así que tendrá que estar a las 7 de la mañana en la puerta de su de trabajo para poner todo a punto, que hoy le toca visita de jefazos.

He de confesar que no es lo más celebrar tu cumpleaños recibiendo quimioterapia en un hospital, pero si con ello te dan el alta ese mismo día, entonces la cosa cobra otro color.

Si mis cálculos no me fallan y ayer me dieron el tratamiento en tan sólo una hora y 15 minutos, aproximadamente, estaríamos hablando de salir sobre las 15.00 o 16.00 horas del hospital. Buena hora para aprovechar el resto de lo que queda del día y celebrar mi cumpleaños a lo grande. Con eso me refiero a estar con las personas a las que realmente quiero ver y compartir este momento. Al fin y al cabo de eso se trata un cumpleaños. Espero que esta vez mis amigas se hayan aprendido “Las mañanitas”, porque llevan prometiéndolo desde hace 7 años.

Un día más de vida, ¡qué bien sabe! ¡qué bien sienta!

Hoy me he sentido como una niña pequeña que se levanta a primera hora de la mañana para jugar con sus juguetes nuevos. Ha ocurrido justamente así, en cuanto me han hecho la analítica he encendido el “Chitol portátil”, un netbook miniatura que me ha regalado El Flaco, para que entre otras muchas cosas pueda escribir estas líneas.

Cómo llena esa sensación de encontrarse bien, de que tu cuerpo comience al fin a recuperarse de todo el dolor y la droga que le han dado. Ahora lo siento más fuerte que cuando entré. Tendríamos que escucharlo más.

Últimamente, dado que he estado siendo sometida a tratamientos muy tóxicos, mi cuerpo me pide cosas sanas, verduras, frutas, legumbres, incluso a veces las cosas se me antojan crudas, pues así es como más saben. El cuerpo es sabio, de eso no me cabe duda.

Ya he levantado el chiringuito para volver de nuevo al hogar. Esta vez se ha hecho más corto que otras veces. Los días se me han pasado volando, debe ser porque he estado siempre en buena compañía.

Ayer estuvo mi buen amigo Peibols de visita. Estuvimos hablando de la vida en general y como no iba a ser menos tratándose de él, de cine, ya que a todos nos apasiona. Me alegré mucho de verle, a veces el ritmo de vida que llevamos no nos permite quedar tanto como nos gustaría. A veces me planteo el hecho de que los encuentros entre amigos suelen transcurrir en su mayoría a través del ciberespacio. Es algo un tanto preocupante, pero prefiero no hablar de eso en estos momentos. La mañana está siendo muy buena y mejor que siga así. Ahora a esperar a la ronda matutina de las oncólogas. Esperemos que traigan buenas noticias y me pueda marchar a casa. Confío en que las plaquetas habrán remontado un pelín más o que al menos se hayan mantenido como estaban, porque después del tratamiento sufren un gran pico.

El recuento de esta semana ha sido bueno. No he tenido náuseas, ni diarrea, ni estreñimiento, a lo mejor uno que otro mareo y rayadura mental sin importancia. Pero, en líneas generales, puedo decir que casi he superado un segundo ciclo más de quimioterapia. Digo casi, porque aún queda que suban de farmacia la última bolsa del tratamiento. Y me permito volver a insistir en algo que ya venía anunciando anteriormente, soy de las pocas afortunadas en esta planta a las que la quimioterapia la pasa como si nada y que siga así siempre.

Con Ray Charles de fondo, si tuviera que elegir una canción para este día sería, sin duda, la versión de Muse de la canción Feeling good. Me ayuda a empezar el día con buena vibra y con toda la actitud.

Estas son las primeras horas de las que estoy segura será un año grandioso, lleno de alegrías, de encuentros familiares, de proyectos nuevos, de mucho amor, y de un trasplante de médula, claro está. Siento como si algo dentro de mí me dijera que de ahora en adelante todo irá de maravilla.

Estaba tan preocupada de cómo me iba a ir con este ciclo porque estaba muy débil, pero me ha sorprendido gratamente cómo me ha ido todo. Todas vuestras oraciones y buenos deseos han surtido efecto y por eso os doy las gracias de corazón desde mi humilde cama del hospital.

Pobre mi hermanita, aunque en realidad la llamo, Yus. Está un poco asustada con lo de la donación de la médula ósea. Es normal, no suele ser algo muy agradable. Afortunadamente, ha estado informándose y ha descubierto que para extraerte la médula ósea le pondrán podrán anestesia general así que no se va a enterar de nada. A mí, en cambio, me pusieron anestesia local y créanme que me dolió hasta lo más profundo de mí ser. En cuanto esté limpia de células cancerígenas mis padres acudirán a Madrid a hacerse las pruebas de compatibilidad viajando desde Cancún, que se dice fácil y Yus (mi hermana mayor) lo hará desde Abu Dabi.

Ahora a esperar qué nos aguardan los resultados de las analíticas. Se pasarán sobre las 10.30 de la mañana, así que aún quedan unas cuantas horitas, a penas son las 7.28 horas.

10.14

Ya se han pasado Miriam y las noticias no podían ser mejores. La analítica está perfecta, las plaquetas han aumentado hasta 86 mil, de modo que de seguir así estos días, el bajón que puedan experimentar será menos considerable. Hemos hablado acerca de la úlcera que tengo en el cuello del útero y ha preferido dejarlo para más adelante dado que puede haber riesgos de hemorragia en caso de que se tenga que hacer alguna intervención. Me ha dicho también que me darán Neupogen, la inyección para subir las defensas, durante una semana. Mejor, así en caso de haber dolor será menos intenso.

Además está programada ya la primera prueba para ver si está funcionado el tratamiento. El 25 de mayo me realizarán un PET, prueba a través de la cual se aplica un contraste que entre muchas cosas tiene glucosa (tiene un sabor anís muy desagradable) y que las células cancerígenas absorben. El resultado es que las células cancerígenas brillan en la radiografía. A día de hoy es una de las pruebas más fiables para detectar la enfermedad.

Han programado el tercer ciclo para después de la prueba. Así que me ingresarían la semana a principios de junio. También retomamos el tema de la reacción a la Neulasta. Me dijo que se habían dado dos casos llamativos casi al mismo tiempo. Uno el mío y el otro, el de un chicho que también tiene un Linfoma y que recibe el mismo tratamiento de quimioterapia que yo. Preguntaron en farmacia si a lo mejor había sido un lote en concreto que nos habían dado, pero no. Les llama la atención que hayamos sufrido los efectos secundarios casi al mismo tiempo y después de haberlo llevado por tanto tiempo. Siguen sin encontrar una explicación.

De la cabeza estoy bien afortunadamente, han visto las placas y de momentos sigo cuerda.

11.00

Ya han entrado a ponerme la última bolsita del segundo ciclo. No queda nada para el alta.

Mi querida amiga Loli me ha traído un regalito y una tarjeta por mi cumpleaños, es tan buena además de una excelente cocinera, hace unos postres que se te va la olla.

12.20

Fin del segundo ciclo de quimioterapia. Ahora a por el tercero.

¡Me marcho a casa! ¡Me han dado el alta!

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